domingo, 3 de enero de 2016

Sainte Chapelle


La Sainte Chapelle fue construida por orden del rey Luis IX de Francia, más tarde santificado por la Iglesia, con la intención de albergar las reliquias procedentes de Tierra Santa durante las cruzadas en las que él participó. En concreto: la corona de espinas de Jesús durante su calvario y un pedazo del madero sobre el que fue crucificado, entre otras piezas menores.


Iniciada en 1248, tan solo tardó 7 años en construirse. Situada en la Île de la Cité, en el centro de París, está considerada la obra cumbre del período radiante del estilo gótico. A esta etapa del barroco también se le denomina gótico manierista, como paso intermedio entre el gótico clásico y el gótico barroco o tardío.


Se sustituyen los muros por vidrieras grandes, policromadas y muy decoradas. Puede ser mediante rosetones radiales (de ahí el nombre) o vanos de mayor tamaño.


Así, la luz pasa a ser el elemento protagonista. Aparecen elementos abstractos a modo de trecerías o filigranas. Se busca un efecto de ligereza y riqueza, alejadas de la austeridad anterior.
Es todo un espectáculo contemplar sus 600 m2 de vidrio, de los cuales más de 2/3 partes son originales de la época.