Hoy me he levantado plasta. Aviso. Y con ganas.
La institución del Justicia de Aragón surgió nada menos que a finales del S. XII, y desde el primer momento reunió influencia y poder. Mediaba en las disputas entre el Rey y la nobleza, encargándose más tarde de resolver los conflictos entre la monarquía y los ciudadanos. Presidía las Cortes de Aragón en ausencia del Rey, tomaba juramento a los Reyes de Aragón en la Catedral de La Seo de Zaragoza y se le encomendó la interpretación del Derecho Aragonés. También estaba encargado de recordar a los gobernantes que las leyes obligan a todos y especialmente a quienes las promulgan. El juramento de los Reyes decía: "te hacemos Rey si cumples nuestros Fueros y los haces cumplir, si no, no".
Corría el S. XVI cuando Antonio Pérez, secretario del rey Felipe II y caído en desgracia ante la Corte por sospechoso de asesinato, solicitó ser acogido en Aragón donde debía ser juzgado con arreglo a los Fueros. El Rey lo acusó falsamente de herejía para que así pudiera ser sometido al dictámen del Santo Oficio, y entró con sus ejércitos en Aragón incumpliendo los fueros que él mismo había firmado y jurado respetar. El Justicia de Aragón, D. Juan de Lanuza, lideró las protestas frente a este atropello, por lo que fue decapitado por orden del monarca.
La ciudad de Zaragoza levantó el monumento a la Institución del Justiciazgo en conmemoración de aquél hecho.
En 1711 Felipe V suprimió la figura del Justicia, que reapareció en 1982 y fue recogido en el Estatuto de Autonomía como tercera autoridad de la Comunidad. Sus funciones son: la defensa de los derechos y libertades de los ciudadanos frente a los abusos de las Administraciones Públicas, la defensa del Estatuto y la tutela del ordenamiento jurídico Aragonés. Como es natural, ya no juzga ni dicta sentencias como en la época medieval. Solo supervisa la actividad de la Administración a través de informes y recomendaciones. Actualmente este cargo es ocupado por D. Fernando García Vicente, ahora tan ponderado Justicia como antes profesor.
Se considera que la figura del Defensor del Pueblo, extendida por toda Europa, surgió en Suecia a principio del S. XIX con el nombre de OMBUDSMAN. Pero la realidad es que, aunque sus funciones iniciales obviamente en su contexto histórico no podían ser ni parecidas a las actuales, y que en algún momento pudo convertirse en una institución aristocrática y hasta hereditaria en consonancia con la estructura social del momento, hace mas de 800 años ya existía en Aragón su antecedente mas remoto.
Hace unos meses se habló de una posible desaparición de la figura del Defensor del Pueblo de las CC. AA., y por lo tanto del Justicia de Aragón, como una medida de recorte de gastos, aunque tal iniciativa parece ya olvidada. En esta época de galopante descrédito de las instituciones en general, a mi me apetece reivindicar su importancia y valor como elemento de cohesión social. Las sociedades en las que el Estado juega un papel más integrador suelen ser aquéllas en las que sus instituciones son respetadas. El simple hecho de que se planteara tal iniciativa, tratándose de una con un presupuesto ridículamente pequeño en comparación con el despilfarro generado por la corrupción política por todos conocida, en mi opinión deja en evidencia a esos politiquillos que seguramente lo ignoran todo de ella. Claro que para que las Instituciones sean merecedoras de semejante crédito social deben cumplir la regla básica que les legitima: servicio exclusivo a los ciudadanos y sus intereses, y ejemplaridad en el desarrollo de tal función.
Os lo dije.
El amor a su tierra hace al hombre más grande
ResponderEliminarSaaludos
Recuero esta figura en los tiempos en que estudiaba la asignatura de Historia. A lo largo de la Historia de la humanidad el hombre siempre ha tenido la necesidad de un Justicia imparcial.
ResponderEliminarFeliz domingo!
Besos
http://ventanadefoto.blogspot.com.es/
Curioso relato que desconocia, muy interesante de veras. Antes se hacia la Justicia para todos, ahora para unos cuantos.... y respecto al tema en concreto, supongo que todo es cuestión de tener tablas en la vida y valores, más bien decencia y disciplina ante lo que ha jurado en su día, los jueces tendrían que ser justos y no moverse por razones politicas y de quiero salvar mi culo.
ResponderEliminarUn abrazo amigo y buena semana.
De plasta nada de nada!!
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo con lo que dices. Aquí lo único que interesa es tapar la ya "intapable" corrupción y no saben como desviar la atención. Demagógias como ahorrar dinero eliminando instituciones históricas es una de estas vergonzantes cortinas de humo que nos lanzan desde el gobierno (?) central. Y el senado para cuando lo eliminan? y los miles de millones malgastados construyendo obras faraónicas inservibles e insostenibles?... lo que digo, cortinas de humo.
Un fuerte abrazo
Como dice nuestro común y buen amigo Josep, de plasta nada de nada.
ResponderEliminarEste texto y su contenido a través del tiempo era hasta ahora desconocido por este humilde jubilata pero realmente me parece interesantisima esa figura del Justicia que tanta falta nos hace en momentos como este que atravesamos.
Las fotos como siempre marca de la casa.
Un abrazo y gracias por compartir.
Es una lección magistral de nuestra historia que muchos debian de conocer y acompañada por unas imagenes perfectas y adecuadas.
ResponderEliminarQue necesario seria una institución asi en estos momentos. interesante clase de historia,…bien ilustrada con unas acertadas fotos.
ResponderEliminarSaludos.
Muy interesante y desconocida historia del Justicia. Tendría que volver a juzgar ahora y dictar duras sentencias a todos los que nos están arruinando y esquilmando a espuertas!!
ResponderEliminarGracias por compartir y ilustrar esta interesante "plasta":))
Buen lunes.
Un beso.
Una exposición muy bien documentada sobre el justicia...La panorámica de la tercera fotografía ha quedado un poco aplastada, una lástima. Quizá un formato cuadrado le hubiese venido muy bien.
ResponderEliminarUn abrazo
Completo y bien documentado artículo Anaximandro. Felicidades, Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias por el comentario a los amigos Juan, Antonia, Bird-Joss, josep, Luis Serrano, Luis, Jesús, Laura. M, Despistado y Gumer.
ResponderEliminarTus fotografias,acompañadas por tus notas,son reccordatários de nuestras histórias
ResponderEliminarSaludos
Pues muchas gracias por levantarte tan plasta y decir lo que has dicho.
ResponderEliminarEnterado quedo.
Un abrazo.
Bien, haciendo patria, eso esta muy bien.
ResponderEliminarEn cuanto a las fotos bien menos la tercera
que esta muy deformada.
Un saludo, Ángel
Gracias a Juan, Emiliano y Ángel, por el comentario.
ResponderEliminarInteresante tu exposición Anaximandro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ramón
Bien por el Justicia y bien por darlo a conocer, es una figura poco conocida cuando sales de Aragón al igual que otras normativas que su época fueron pioneras... en beneficio de la mujer......
ResponderEliminarBuenas fotos buena classe, buen maestro
Abrazos
La justicia en España,seria mucho más efectivas si muchos de los jueeces no estubiertan tan politisados
ResponderEliminarGracias por el comentario a Ramón, Esmeralda y Juan.
ResponderEliminarLa figura de la justicia siento que ahora mas que nunca es imprescindible para nuestra sociedad, sociedad que parece adormecida no sé si por la costumbre ya a tanta injusticia y sinrazón, cuanta falta nos hace una justicia justa, real e imparcial, muy buenas las reflexiones y los textos y las fotos, claro, un abrazo
ResponderEliminarJesús, gracias por tu visita y comentario.
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